Cualquier incidente sirve para demostrar que Selena Gomez y Justin Bieber forman un complemento. Los últimos acontecimientos sucedidos a raíz de la provocación del papparazi muestran a una Selena que actúa con cordura, mientras que Justincinto se suele dejar llevar por la explosión y las emociones que vive en el momento.
El hecho de ser personalidades reconocidas ha llevado a la pareja a estar involucrados en serios altercados, pero han salido ilesos en su gran mayoría. Y es que SelGo ha aprendido que actuar con mesura, inteligencia y mantener el perfil bajo es la mejor estrategia cuando alguien pretende sacar provecho de la fama.
Cuando se presentó el reclamo por la paternidad de Bieber, la Gomez se abstuvo de hacer comentarios para no echar más leña al fuego y esperar que la verdad saliera a la luz. Este comportamiento fue tomado como ejemplo por su novio que después vio premiada su paciencia cuando los cargos fueron retirados de la corte por no tener asidero judicial.
Esta vez un reportero gráfico consigue hacer unas instantáneas de los tórtolos cuando se escabullían de una sala de cine después de haber visto una película y de pasar una velada romántica. La acción de Bieber fue responder con violencia y por supuesto el fotógrafo se aprovechó de la acción para levantar cargos contra el "babyface" y acusarlo de agresión.
Nadie en su sano juicio pudiera creer que la frágil humanidad de Justincito sería capaz de provocar algún tipo de lesiones sobre otro hombre, pero la policía debe cumplir con su deber y por supuesto Selenita debe acudir como testigo. Lo único que se ha ganado en todo este episodio es conseguir imágenes de un iracundo Justin Bieber y de una solicita Selena Gomez que intenta poner todo bajo control.
Son gajes del oficio, los ricos y famosos están en la mirilla de los profesionales del lente y están dispuestos a correr riesgos porque saben que por cada foto conseguida es dinero que llevan al bolsillo. Lo que debe quedar claro es hasta que puntos es permisible invadir en la privacidad de los demás y cuando una acción violenta se convierte en un mecanismo de defensa propia. La ley debe decidir cuales son los límites. Ver fotos.
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